Cuchillos.
Como un cuchillo penetrando lentamente, rasgando mi carne poco a poco. Así me ha sentado tu llamada. Por lo visto, para ti nuestra cita no fue tan horrible, quieres volver a verme y yo no sé qué hacer. Igual me he equivocado, igual me he precipitado al juzgarte, igual esos pequeños detalles que tanto me molestaron no fueron más que la escusa para echarte de mi lado. La duda me rasga, me corroe y ya no sé qué hacer. Te he dado largas. Hemos vuelto a las andadas, quedamos en quedar, pero no nos decidimos por cuando ni donde. No me atrevo, lo siento. Creo que no quiero que me gustes, estoy mejor así, como siempre. Pensar esto es como si mano fuera la que empuña el cuchillo que se me clava lentamente, pero es mejor así ¿no? Es sólo una herida. No quiero saber cuantas eres capaz de hacerme tú.
De cuando Irene creyó que se había ligado a un chino.
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Ayer paseando por el parque con Tarzán nos encontramos con 黑色, un perro muy
majo cuyo amo es chino, se pusieron a jugar y yo me acerqué a hablar con su
due...
Hace 14 años
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