martes, 18 de noviembre de 2008

Sin un duro

Sin dinero, sin pasta, sin un duro, con el bolsillo más pelao que el culo de un mandril, así estoy, con 3 euros en el monedero como único sustento hasta fin de mes. Y coge y me llama. Justo ahora, después de dos semanas intentando quedar, llamándonos mutuamente sin encontrar el momento perfecto. ¿Cómo le digo que no puedo quedar? Cuando realmente hemos encontrado un hueco, cuando nadie tendría que salir corriendo y con prisas. Mañana a las 8, a tomar una cerveza, que ya se sabe como son las cervezas, nunca es sólo una. Lo peor es que le he dicho que sí, no podía negarme y la verdad es que no debería, no voy a pegarme toda esta semana comiendo arroz y además, con 2 euros, me tomo una caña y deja de contar, no puedo decirle que no tengo dinero, es nuestra primera cita desde... desde aquel día. ¡Que injusta es la vida, que los pobres ni siquiera nos podemos permitir una sola cita!

No hay comentarios: